-"De vez en cuando, el mundo le regala a la humanidad una gran persona" - dijo el maestro al niño.
-"Al parecer el mundo últimamente ha estado de buenas, ya hay muchas de esas. Hoy en dÃa hay grandes artistas, deportistas, celebridades, en todos lados."- replicó el niño.
-"Niño, te equivocas. Has confundido, como muchos otros, el significado de una gran persona."- respondió el maestro.
El niño hizo una mueca para que prosiguiera con la explicación que lo sacarÃa de su error.
-"Una persona reconocida únicamente por sus logros propios es una persona famosa pero no necesariamente una gran persona. ¿Cuántos grandes deportistas, estrellas de cine, músicos has visto que alcanzan el cielo de tanta fama que tienen y aun asà son terribles personas? De nada sirve, todas las medallas, álbumes, pelÃculas sà con ellas solo han logrado agrandar su ego." - le dijo el maestro al niño.
El niño que aún seguÃa confundido veÃa al maestro, como esperando recibir una gran verdad.
-"Una gran persona es aquella que en su vida y con todos sus logros y batallas ha hecho del mundo un lugar mejor."
-"Parece difÃcil ser una gran persona, el mundo es muy grande y mejorarlo requerirÃa demasiado." - dijo el niño, algo decepcionado.
-"Otra vez estás equivocado. Tienes razón al decir que el mundo es un lugar muy grande. Pero, he aquà un secreto que todos conocen y, sin embargo, muy pocos entienden: el mundo mejora una persona a la vez. Las grandes personas, esas que mejoran el mundo, muchas veces pasan desapercibidas. Porque no hacen las cosas por aplausos, lo hacen porque saben que es lo correcto. Este mundo ha sido injusto con ellos, pues muchos mueren en anonimato. Las personas equivocadas se vuelven famosas."
-"¿Por qué casi nadie conoce a las grandes personas?" - preguntó el niño.
-"Por culpa de nosotros. Nosotros volvemos famosas a las personas. Estas personas batallan contra verdades incómodas de nuestro mundo, verdades que nos dan vergüenza y es más fácil voltear la cara que hacerles frente. Nos recuerdan que este mundo está lejos de ser perfecto y, nadie quiere oÃr eso. Nadie quiere cambiar. Siempre es más fácil fijarse en los que venden humo que en los que luchan de verdad." - respondÃa triste el maestro.
Se hizo un silencio en la sala.
-"¿Te digo otra cosa sobre las grandes personas?" - preguntó el maestro al niño.
-"SÃ"
-"Solo a las grandes personas se les ve caer... Casi nunca verás que alguien famoso deje que lo vean en el suelo, derrotado, prefieren esconderse hasta que todo pase. Las grandes personas por otro lado saben que el éxito está construido con miles y miles de fallas y derrotas. Por lo que no le temen sino lo respetan, ya que saben que si no se dan por vencidos, algún dÃa triunfarán y mejorarán el mundo. El hecho de que los veas fracasar es lo que los hace grandes, asà los que los rodean comprenden que son tan humanos como todos los demás y que cualquiera pueda llegar a ser grande. Esa es la mejor de las cualidades que poseen las grandes personas, poder inspirar a los demás. Ahora ya sabes, aspira a la grandeza y no a la fama. Sal y haz de este mundo un lugar mejor y, siempre intenta que otro tenga el mismo deseo tan solo de verte a ti." - dijo el maestro.
Luego de oÃr esto, el niño salió corriendo hacia el mundo. Sabiendo que nunca se cansarÃa sin importar lo que pasará, porque al fin tenÃa algo por qué luchar, una meta grabada en la mente y palpitante en el corazón. No morirÃa sin antes hacer este mundo, aunque sea, un poco mejor.